Es un tema al que llevo dándole vueltas desde hace varios meses. Se trata de una cualidad vital pero escasa, para lograr una aproximación respetuosa hacia nuestros
hijos. Padres y madres coinciden en que
desean y necesitan -como me dijo recientemente mi querido colega y director de Inspirulina, Elí Bravo- un camión de paciencia durante
el desafío que supone la crianza.
Con el propósito de invitar a la reflexión, ofrecer referentes para consolidar de un modo
genuino y sostenible este recurso necesario para una crianza libre de malos
tratos, se me ocurrió hacer un
cuestionario y mandarlo a un
grupo de especialistas psicólogos,
educadores, madres y padres blogueros de Iberoamérica, todos amigos y amigas orientados
por los principios de la crianza consciente.
La respuesta a la convocatoria ha sido generosa y sin desperdicio, por
lo que vale la pena publicarla completa, lo cual significa que tenemos material
para varias entregas. Estoy segura de que les va a encantar y a servir de mucha
ayuda. Aquí tienen la primera parte. Recuerden que vienen más en camino. Estén
pendientes cada miércoles cuando estrenaremos una nueva publicación.
La primera en responder ha sido la
querida, admirada y frecuentemente citada y recomendada en mis programas y
artículos, Violeta Alcocer, psicóloga española especialista en maternidad
y crianza, autora del Blog Atraviesa El Espejo. Directora y fundadora de Aula De familia. En
segundo lugar recibí la respuesta de Carlos Costa, papá bloguero apegado a la
crianza respetuosa y afincado en Moaña, España. Su blog, el cartapacio de
gollum
Comenzamos
con Violeta Alcocer
¡Hola Berna! Allá voy con las respuestas:
¿Qué es la paciencia?
La paciencia (en el contexto de crianza y educativo) es la
capacidad del adulto para dar un tipo de respuesta adecuada en situaciones de
conflicto. Erróneamente se piensa que tener paciencia es "no actuar"
o "no sentirse mal por las acciones de nuestros hijos". La realidad
es que la paciencia está más relacionada con la capacidad personal de manejar
emociones, pensamientos y conductas para que nuestras reacciones no sean ni
demasiado prematuras ni demasiado desproporcionadas.
¿Qué importancia
tiene en la crianza de los hijos?
Las reacciones inadecuadas por lo general son
desproporcionadas e implican algún tipo de pérdida de control sobre la
situación educativa, por lo que aprender a ser pacientes nos hace mejores
padres y educadores.
¿Por qué a los padres
se nos hace tan difícil ser pacientes con nuestros hijos?
Fundamentalmente porque tenemos prisa, aunque también porque convivimos con creencias erróneas sobre ciertos comportamientos infantiles ("lo hace para molestarme"), por estilos de pensamiento inadecuados, poca tolerancia a las emociones negativas que implica la crianza o ausencia de herramientas para intervenir en situaciones de conflicto.
Fundamentalmente porque tenemos prisa, aunque también porque convivimos con creencias erróneas sobre ciertos comportamientos infantiles ("lo hace para molestarme"), por estilos de pensamiento inadecuados, poca tolerancia a las emociones negativas que implica la crianza o ausencia de herramientas para intervenir en situaciones de conflicto.
¿Qué podemos hacer
para que la paciencia nos acompañe de un modo genuino y sostenible durante las
exigencias diarias que demanda la crianza de los hijos? ¿Cómo se cultiva la
paciencia?
El primer paso es detectar los pensamientos automáticos que
surgen ante situaciones de conflicto con nuestros hijos ("otra vez estamos
igual" "esto hoy no acaba bien" "ya no puedo más").
Estos pensamientos condicionan y generan en nosotros emociones negativas
(ansiedad, frustración, miedo, angustia, etc..) que a su vez nos predisponen a
dar respuestas rápidas y desproporcionadas (gritar, dar golpes, etc..).
Así que cultivar la paciencia consta de un trabajo personal en tres áreas: pensamiento, emoción y conducta.
Así que cultivar la paciencia consta de un trabajo personal en tres áreas: pensamiento, emoción y conducta.
¿De dónde sacamos la
paciencia cuando sentimos que ya no nos queda ni un poquito?
Cuando sentimos que ya no nos queda ni un poquito podemos retirarnos (que es lo deseable) y/o decirnos a nosotros mismos que no es necesario intervenir siempre y en todas las situaciones. Es mejor pensar sobre lo sucedido esa noche y cuando se vuelva a dar una situación similar, saber cómo actuar.
Cuando sentimos que ya no nos queda ni un poquito podemos retirarnos (que es lo deseable) y/o decirnos a nosotros mismos que no es necesario intervenir siempre y en todas las situaciones. Es mejor pensar sobre lo sucedido esa noche y cuando se vuelva a dar una situación similar, saber cómo actuar.
¿Cómo reconducir las
respuestas violentas hacia nuestros peques cuando nos sentimos desbordados?
En vez de intentar "no hacer" (no pegar, por
ejemplo), es más útil intentar "hacer otra cosa" que sustituya a
nuestra conducta violenta habitual. Siempre es mejor dar un golpe de descarga
al sillón que al niño.
Seguimos con Carlos Costa
¡Hola, Berna! He aquí mis respuestas y comentarios.
¡Un beso!
Antes de nada, quiero indicar algo que quizá sirva para
responder a todas las preguntas de golpe. Cuando alguien me dice que tengo
mucha paciencia, siempre respondo que no es paciencia. Es amor lo que tengo. De
hecho, creo que paciencia no
tengo mucha: si me pongo a hacer una manualidad, lo más
habitual es que a los pocos minutos esté ya cansado.
¿Qué es la paciencia?
En el ámbito que nos ocupa, creo que es la capacidad de
esperar a que
nuestros hijos asimilen un hecho determinado, que quizá imponemos de
forma -al menos para ellos- arbitraria (terminar la comida, recoger, vestirse para salir...)
¿Qué importancia tiene en la crianza de los hijos?
nuestros hijos asimilen un hecho determinado, que quizá imponemos de
forma -al menos para ellos- arbitraria (terminar la comida, recoger, vestirse para salir...)
¿Qué importancia tiene en la crianza de los hijos?
Toda, porque supone adaptarnos a sus ritmos.
¿Por qué a los
padres se nos hace tan difícil ser pacientes con nuestros hijos?
Porque vivimos en una sociedad que siempre tiene cosas
"más importantes" que atender a nuestros hijos. Cosas como ir a
trabajar o salir para cenar con los amigos.
¿Qué podemos hacer
para que la paciencia nos acompañe de un modo
genuino y sostenible durante las exigencias diarias que demanda la
crianza de los hijos?
genuino y sostenible durante las exigencias diarias que demanda la
crianza de los hijos?
Darnos cuenta de la infinita paciencia que demuestran cada
día nuestros hijos con nosotros: se levantan cuando les decimos, van al colegio
que hemos decidido por ellos, comen lo que nosotros decidimos y van de
vacaciones a donde queremos nosotros. Con la décima parte de esa paciencia
tendríamos muchos menos problemas.
¿Cómo se cultiva la
paciencia?
Poco a poco. Cada día un poco más. Dándonos cuenta de que
esa gota de
paciencia que usamos hoy tiene una repercusión inmediata y a largo
plazo en nuestros hijos. Eso nos animará a ser mañana un poco más pacientes que hoy.
paciencia que usamos hoy tiene una repercusión inmediata y a largo
plazo en nuestros hijos. Eso nos animará a ser mañana un poco más pacientes que hoy.
¿Cómo reconducir las
respuestas violentas hacia nuestros peques cuando
nos sentimos desbordados?
nos sentimos desbordados?
Nunca deberían darse; si se van a dar, mejor alejarse que
soltar violencia contra ellos. Si soltamos violencia contra ellos, utilizar ese
hecho como forma de enseñarles a pedir perdón y enseñarles que los papás no son
perfectos.
Lee las demás entregas de este especial con entrevistas y puntos de vista sobre la paciencia en la crianza, en los enlaces siguientes:
Email: conocemimundo@gmail.com
Twitter. @conocemimundo
FB: Conoce Mi Mundo
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