Qué entendemos por paciencia, cuán
importante es esta cualidad en el contexto de la crianza; por qué la perdemos de
vista con tanta facilidad; qué podemos hacer para cultivarla y practicarla de
un modo sostenible y genuino durante el enorme desafío que supone la crianza de
los hijos... son preguntas que nos hemos planteado con el propósito de abrir el
espacio de reflexión a partir de la ayuda de expertos, psicólogos, autores,
educadores, padres y madres blogueros de Iberoamérica, todos amigos orientados
por los principios de crianza consciente. Esta es la quinta y última entrega de
una serie de entrevistas publicadas cada miércoles en nuestro Blog y en Inspirulina. Aquí pueden ver la primera,
la segunda, tercera y cuarta entrega.
Hoy les traigo las voces de dos queridos especialistas,
(esposo y esposa) y directores de la reputada
Revista web española, Mente Libre. Ellos son Ramón Soler, psicólogo experto
en Terapia Regresiva Reconstructiva, Hipnosis Clínica, Psicologia Pre y
Perinatal, Psicología infantil y Psicología de la Mujer (embarazo, Parto,
Puerperio). Escritor, Divulgador y Conferencista. Elena Mayorga Licenciada en Filosofía y Letras. Escritora y Divulgadora
especializada en Psicología de la Mujer (embarazo, parto, puerperio. Autora de
literatura infantil, bloguera. Ambos respondieron el cuestionario en conjunto.
Como bien lo dijo la periodista y bloguera
Ileana Medina Hernández en la segunda entrega de este trabajo sobre la
paciencia en la crianza , “ No hay un encuentro
con el Otro más poderoso y
transformador que el encuentro con nuestros hijos.” Espero que estas serie de publicaciones constituya
un aliciente a la vez que una herramienta para seguir ahondando en el camino de autoindagación y búsqueda a fin de lograr
respuestas desde nuestros lugares
conscientes, durante la aventura de acompañar a los hijos en el proceso de
crianza, formación y educación.
Aquí les dejo la última entrevista. Que la
disfruten.
Ramón Soler |
Ramón Soler y Elena Mayorga (en conjunto)
¿Qué es la paciencia?
En el diccionario existen muchas
definiciones de paciencia, pero si te fijas, algunas tienen un matiz negativo y
se refieren a la paciencia como la capacidad
para soportar, padecer, tolerar una pesada carga. Este matiz es el que
muchas personas suelen aplicar, de forma equívoca, a la crianza de los niños.
Piensan que son pacientes porque les aguantan, les toleran, padecen “lo que les
hacen”. Sin embargo, esta acepción de paciencia es adultocentrista,
condescendiente y unidireccional.
Para nosotros, en la crianza, la paciencia
remite a la habilidad para mantenerse serenos cuando las circunstancias o las
situaciones que estamos viviendo junto a nuestros hijos nos desbordan
emocionalmente.
¿Qué importancia tiene en la crianza de los hijos?
Cultivar nuestra serenidad, mantenerse
“templado” en los momentos de crisis es una virtud fundamental para la crianza.
Ningún padre es perfecto y, a veces, nos resultará casi imposible no alterarnos
y estallar (debido a nuestras propias emociones no resueltas), pero nuestros
hijos necesitan que les acompañemos desde el respeto, que vean que no gritamos
por todo, que no recurrimos a la violencia para solucionar nuestros problemas.
Lo que reciban de nosotros les acompañará toda la vida y lo reproducirán con
sus propios hijos. Dejemos un legado de empatía y de Amor, no de violencia y
destrucción.
¿Por qué a los padres se nos hace tan difícil ser pacientes con nuestros
hijos?
Existe un cúmulo de causas por las que los
padres de hoy en día no logramos integrarnos en los ritmos pausados que
necesitan nuestros hijos para desarrollarse y crecer de forma óptima. Nos
centraremos en las dos principales, por no extendernos en demasía.
La primera, la llevamos integradas en
nuestro yo, en nuestro ego, si no fueron pacientes y respetuosos con nosotros,
si nos gritaron y pegaron, nos será difícil “contenernos” en los momentos de
crisis y no gritar, pegar o zarandear.
Otra causa importante nos viene dada por
nuestra cultura. En la sociedad del aquí y del ahora, de las prisas y la
competitividad, no hay tiempo que perder y eso significa que esperar a que
nuestro hijos realicen sus actividades y descubrimientos siguiendo sus propios tiempos para muchos
padres resulta, casi, insoportable.
¿Qué podemos hacer para que la paciencia nos acompañe de un modo genuino y
sostenible durante las exigencias diarias que demanda la crianza de los hijos?
Tenemos que comprender que los niños miran
y viven la vida de forma diferente a nosotros. Tenemos que superar nuestras
propias carencias infantiles para acompañar a nuestros hijos de forma
respetuosa, ofreciéndoles Amor, protección, comprensión y un apego seguro.
Elena Mayorga |
¿Cómo se cultiva la paciencia?
La paciencia, la serenidad se cultiva
desde el Amor, desde el respeto, desde la comprensión, desde la aceptación de
nuestro papel de padres, de nuestra adultez, superando nuestras propias
carencias y reconociendo cuáles son las verdaderas prioridades de nuestras
vidas.
¿De dónde sacamos la paciencia cuando sentimos que ya no nos queda ni un
poquito?
En momentos críticos, en los que nos vemos
desbordados, tenemos que pararnos, frenar y aprender a focalizar el problema.
¿Qué está pasando? ¿Por qué estamos reaccionando así? ¿Cómo podemos evitar que
la tensión aumente?
¿Cómo reconducir las respuestas violentas hacia nuestros peques cuando nos
sentimos desbordados?
En primer lugar tenemos que intentar no
sentirnos heridos en nuestro ego por lo que esté ocurriendo. Nuestros hijos no
quieren molestarnos, fastidiarnos o manipularnos, simplemente, están viviendo
una situación con los recursos emocionales que poseen, que a menos edad, más
reducidos son.
Nosotros debemos actuar como adultos,
serenarnos, buscar técnicas y trucos personales para evitar utilizar la
violencia con nuestros hijos.
Sabemos que resulta complejo, pero es
posible.
Lee las demás entregas de este especial con entrevistas y puntos de vista sobre la paciencia en la crianza, en los enlaces siguientes:
Email: conocemimundo@gmail.com
Twitter. @conocemimundo
FB: Conoce Mi Mundo
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