Ruinas de Baalbek en el Valle de Bekaa
Líbano es un corazón abierto
es la cobija infinita de olivos centenarios del abuelo
y la voz ronca y dulce de la abuela
que viene a despertar de un largo sueño
mis aires de princesa incondicionalmente mimada
Líbano mío
estás hecho del regazo nutricio de mi madre
y su cordón umbilical interminable
y del mar y del cielo en los ojos de mi padre
Arrullo inolvidable del Mediterráneo
jazmines, café, tabaco, higueras,
aromas que recorren mis entrañas,
laúd cercano que borda para mí, filigranas azules de almíbar
una noche de invierno en las viejas calles de Biblos
Mi amado Líbano de piedras milenarias
las que sostienen mis pasos desde antes de nacer
desde el remoto inicio de la larga cadena genealógica
que hoy descansa en mi sangre
y mi apellido
Mi Líbano amado
el día que te dejé
-bajo la sombra de tus cedros-
quise hundir mis pies
y echar raíces
Berna Iskandar
Amiga berna, que bello y sentido poema, siempre estamos atados a nuestras raices con mucho amor y eso dice mucho de tu riqueza espiritual , me alegro de contar con una persona tan incondicional como tu , siempre te recuerdo y te estimo , tu amiga por siempre.
ResponderEliminarNancy Hernández Diaz