En momentos cuando Venezuela atraviesa por frecuentes situaciones de desastre humanitario, en algunos casos detonados por las lluvias pero causados por la enorme cantidad de viviendas precarias en las que viven millones de familias venezolanas, en otros casos por la grave situación de violencia, entre otros factores socio políticos que han aumentado el riesgo de desastre durante los últimos años en el país, es oportuno llevar información sobre el abordaje recomendado por las organizaciones internacionales como la OMS y UNICEF a fin de resguardar los derechos de la infancia y adolescencia por ser este segmento de la población, el más expuesto y vulnerable a riesgos en dichas circunstancias.
La Convención Internacional de los Derechos del niño y la Ley Orgánica de Protección del Niño y Adolescente, otorga a la infancia y adolescencia la prioridad absoluta en situación de emergencia humanitaria. Prioridad absoluta al momento de la distribución y consumo de alimentos y vestidos, prioridad absoluta cuando corresponde impartir servicios de salud y atención médica, prioridad absoluta a los niños y sus familias cuando se asignan espacios en los establecimientos destinados para albergues temporales y prioridad absoluta en el derecho a la cultura, educación y recreación, incluso durante las situaciones de desastre.
Promover la lactancia materna exclusiva para los niños menores de seis meses y favorecer la inmunización según las normas nacionales o de la organización panamericana de la salud, disminuye los riesgos de daño en situación de desastre humanitario.
Es crucial no separar a los niños de sus familiares, durante las situaciones de desastre humanitario. Separar a los niños, niñas y adolescentes de sus familiares durante las emergencias provoca una mayor condición de vulnerabilidad para el abuso y la explotación.
En los casos en que niños, niñas y adolescentes se encuentren separados de sus padres, representantes o responsables por efectos de un desastre natural, deben ser presentados dentro del lapso de las 24 horas siguientes a su localización, al Consejo de Protección del Niño y del Adolescente, o en su defecto, al Tribunal de Protección del Niño, Niña y Adolescente de la jurisdicción competente a fin de que sea dictada la medida de protección de abrigo.
Los refugios y albergues son lugares donde niños y niñas se encuentran expuestos a accidentes, abuso y explotación. Todos los adultos somos responsables de crear los mecanismos de resguardo y vigilancia para protegerlos de estos riesgos.
En situaciones de desastre, es común que las escuelas se consideren como primera alternativa para establecer albergues o refugios con lo cual se priva a los niños, niñas y adolescentes, directa o indirectamente afectados, de su derecho a la educación que debe ser garantizado incluso en situaciones de desastre.
Para una mayor garantía de respeto a los derechos de niños y adolescentes en situación de desastre, es recomendable que las organizaciones y personas encargadas de coordinar centros de acopio, acciones de asistencia y ayuda a los damnificados o refugiados, consulten las directrices y estrategias recomendadas por la Organización Panamericana de la salud, OPS, y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF.
Desastre humanitario y lactancia materna
En desastres humanitarios es prioritario asegurar una alimentación no contaminada a los niños menores de cinco años y en especial a los menores de dos años.
Debido a las precarias condiciones higiénicas, la fórmula o lactancia artificial, provoca infecciones y enfermedades que devienen en altas tasas de mortalidad infantil durante las emergencias o desastres. Organismos internacionales como UNICEF y la Organización Mundial de la Salud, recomiendan la lactancia materna y desaconsejan la administración de fórmulas o sucedáneos de la leche en niños pequeños. Estudios de la Organización Mundial de la salud concluyen que La lactancia materna es la vía de alimentación más estéril y segura, especialmente en estos casos. Por esta razón, es prioritario apoyar a las madres garantizándoles alimentación adecuada, sostén emocional y orientación para que se encuentren aptas y seguras de su capacidad de amamantar.
Para salvar vidas de lactantes en situaciones de desastre, se recomienda el amamantamiento exclusivo sin incorporar agua ni otro tipo de alimentos hasta los seis meses de edad. También amamantar hasta los dos años o más. De incorporarse alimentos complementarios a partir de los seis meses, estos deben administrarse bajo estricto control sanitario.
El estrés de la madre durante situaciones de emergencias o desastre puede provocar una disminución de la producción de leche materna.
La solución para recobrar la producción adecuada de leche materna es pegar al niño o niña al pecho con más frecuencia, y durante períodos más prolongados.
El apoyo de la familia y la comunidad a las mujeres que padecen de estrés y están amamantando en situación de emergencia o desastre, es fundamental para que liberen tensiones y se sientan seguras de la capacidad de alimentar a sus hijos.
Únicamente bajo estricto control sanitario, se podría alimentar a los bebés con fórmula o leche artificial. Se desaconseja dar la leche con biberón debido a las dificultades para la esterilización. Si se alimenta con fórmula, la leche debería darse en una taza.
Los protocolos de organizaciones internacionales, establecen no solicitar o donar grandes cantidades de sucedáneos de la leche materna, sino únicamente las cantidades justas que se requieren en casos puntuales, en cambio, sí promover, apoyar y estimular la lactancia materna. Igualmente prohíben a la industria de la leche artificial o sucedáneos de la leche materna, aprovecharse de la coyuntura de desastre humanitario, para promover el consumo de estos productos.
El pediatra catalán Carlos González aclara que la lactancia materna no es una delicada flor de invernadero, sino una de las funciones más robustas del ser humano. Nuestras abuelas y bisabuelas no dejaban de amamantar a sus hijos cuando vivieron sometidas a enormes tensiones durante épocas de escasez y guerra en las que no sabían si al día siguiente tendrían para comer y no contaban con la salida fácil, pero menos saludable, de la leche de fórmula.
Recuerda: En casos de desastres humanitarios la mejor estrategia para salvar vidas de bebés es mantener la lactancia materna exclusiva.
A partir de la situación actual de desastre, desencadenada por las lluvias en Venezuela, la Asociación Civil Nueve Lunas, gracias al aporte de Aquamater, Maternidad Consciente, ha conformado un plan de apoyo para más de 200 mujeres que están embarazadas (un estado que requiere cuidados extraordinarios, sosiego y seguridad) y que se encuentran en refugios, mediante la donación de insumos específicos para mamá y recién nacido/a, y un programa de contención psicológica, preparación al parto y lactancia. Para detalles sobre donativos de insumos y voluntariado, ver aquí.
Desastre humanitario y trauma infantil
La Dra. Aletha Solter, internacionalmente reconocida como experta en trauma y apego infantil, publicó un artículo sobre trauma infantil en situación de desastre humanitario a partir de los sucesos del 11 de septiembre del 2001, donde explica qué esperar y cómo actuar.
Qué esperar
Incremento de ansiedad de separación, apego, negativa a ir a la escuela o a la guardería, resistencia a quedarse solos en su habitación especialmente de noche
Aumento de berrinches y llantos, a menudo provocados por hechos insignificantes.
Aumento de respuesta de sobresalto, hipervigilancia e hiperactividad.
Conductas regresivas como orinarse, pedir biberón o tetero cuando ya lo había dejado, querer ser tratado como un bebé.
Juegos espontáneos y juguetes relacionados con el evento traumático.
Qué hacer
Deja que tu hijo se mantenga cerca de ti, no lo obligues a jugar o quedarse solo.
Si ha habido alguna muerte en la familia, permite que tu hijo participe en los funerales y procesos de duelo en la medida que lo desee.
No obligues a tu hijo a comportarse con más madurez de la que siente. Está bien que lo trates como a un bebé si eso es lo que quiere. Esto le dará fortaleza para enfrentar el trauma y sanarlo.
Permite que tu hijo llore y exprese sus rabietas. Trata de aceptar los estallidos emocionales intensos de tu hijo. Estos son mecanismos naturales que ayudarán a sanar el trauma.
Fomenta el juego y la risa sobre temas relacionados con el trauma. Provee juguetes vinculados a la situación de trauma tales como camiones de bomberos, kits médicos, ambulancias. Participa en los juegos si el niño lo desea, pero deja que tome la iniciativa. La risa y el juego ayudan a relajar las tensiones y aliviar las experiencia más abrumadoras.
Los niños también necesitan entender lo que pasa cuando ocurren situaciones dolorosas. Ofrécele información apropiada para su edad de un modo claro y sencillo. Evita explicar detalles angustiantes.
Ofrécele tranquilidad y explícale qué precauciones se están tomando para evitar que otro trauma similar ocurra.
Trata en lo posible de mantener las rutinas diarias y las tradiciones familiares.
Busca ayuda y apoyo para ti
Cuándo buscar ayuda profesional
Si tu hijo se lesiona a propósito o habla sobre el deseo de morir.
Si tu hijo se vuelve destructivo o violento.
Si tu hijo se aísla o incomunica.
Si tu hijo presenta síntomas físicos o pérdida de apetito.
Si los temores, pesadillas, ansiedad de separación, regresión, estado hiperalerta de tu hijo duran más de un mes.
Si tu hijo no puede funcionar normalmente por cualquier motivo en la casa o la escuela.
La Rana Encantada y Plastilinarte, son iniciativas venezolanas que trabajan con la promoción de literatura infantil y artes plásticas para niños. Actualmente se encuentran abocadas a recaudar donación de materiales para impartir sus talleres a los niños y niñas en refugios. Esta maravillosa labor emprendida por Linsabel Noguera y Antonio Villarroel, contribuye con asegurar el derecho de recreación y cultura, al tiempo de permitir a los niños afectados por las lluvias, un magnífico recurso expresivo para canalizar y sanar el trauma provocado por la situación de desastre. Para información sobre aportes o voluntariado, mira aquí y aquí.
Gracias, Berna.
ResponderEliminar¡Qué útiles son estos datos en estos momentos!
: )
Un abrazo.
Gracias a ti y a Antonio, por la maravillosa labor emprendida con los niños y niñas en los refugios.
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