En su libro
“Un regalo para toda la vida”, el doctor Carlos González, pediatra español a quien cito y recomiendo con frecuencia,
dice que la lactancia no es una delicada
flor de invernadero sino una de las funciones más robustas del ser humano.
Dice también, que el hecho de que una madre realmente no pueda amamantar,
debería ser una rara excepción al igual que el caso de un riñón que deja de
funcionar. Que las abuelas, tatarabuelas y bisabuelas en épocas de guerra,
vivían mucho estrés, que incluso
no sabían si tendrían para comer
al día siguiente y sin embargo, la mayoría de ellas, seguía amamantando a sus
hijos e hijas a lo largo de los primeros años de vida. Hoy, para que una madre
logre una lactancia exitosa y durante el mayor tiempo posible (OMS recomienda
seis meses de lactancia materna exclusiva y luego hasta los dos años o más
complementada con otros alimentos), tiene que enfrentarse a toda suerte de
presiones y dificultades impuestas por una sociedad que la empuja a
despegarse a su bebé del pecho, incluso, apenas nace. En casi todos las
maternidades y centros de salud, en lugar de favorecer que el recién nacido se
prenda del pecho materno, inmediatamente después del parto o nacimiento, le
enchufan un tetero con leche de vaca (fórmula), sin preguntar a los padres si
están o no de acuerdo. Y como ese ejemplo, muchos más, hacen que madre e hijo
queden atrapados en una sucesión interminable de indicaciones, pautas y condicionamientos
que sabotean la lactancia.
Hace poco más de
medio siglo, desde que al mundo se le dice “moderno”, la lactancia materna se convirtió en una ruta plagada de
obstáculos, mitos, falsas creencias y por lo tanto muy poco transitada en la
crianza. La obscenización de la lactancia materna, sin ir más lejos, es parte del fenómeno de un mundo patas
arriba empeñado en raptar a madres y niños esta importante función y
derecho. Vivimos en una sociedad
que reprime y censura con pacatería puritana la escena de una madre dando teta (en
privado o en público) a su hijo de meses, de uno, dos, tres años... Por otro
lado, esa misma sociedad aplaude hechos violentos como pegar a los niños, y no
tiene reparo alguno a la hora de sentarse en familia a ver películas con
escenas de asesinatos, golpes y matanzas, ni tampoco en comprar a los hijos
videojuegos con armas de fuego.
En medio de
todo este panorama, surge la iniciativa de personas y organizaciones dedicadas a promover, explicar los beneficios,
enseñar, proteger y defender lo que es connatural a la especie humana. Se acuña
el término “lactivista” para quienes se dedican a la tarea de asumir como
causa, la defensa de una función y
un derecho que la “civilización” se empeña en arrebatar a madres y niños.
Organizaciones y personas en todo el mundo, aproximadamente desde hace veinte años, se han visto en
la necesidad de brindar a las mamás el apoyo que la sociedad les ha retirado,
para que logren rescatar lo que por naturaleza han sabido hacer sin problemas durante
milenios. Todo un enorme esfuerzo que seguirá siendo necesario invertir hasta
que llegue el día – ojalá pronto- en que nos vuelva a quedar muy claro que, una
sociedad que apoya la lactancia materna, asegura al niño la fuente óptima para
construir aspectos neurálgicos de su salud emocional y física, presente y
futura.
En este orden de ideas, con el propósito de fomentar la lactancia materna y mejorar la salud de los bebés de todo el mundo, se celebra del 1 al 7 de agosto, en más de ciento setenta países, La Semana Mundial de la Lactancia Materna (SMLM). WABA , Alianza Mundial pro Lactancia Materna, dio a conocer el lema de este año: “Comprendiendo el pasado. Planificando el futuro”, como una forma de hacer balance sobre el camino recorrido y el que aún queda por recorrer.
Los objetivos de la Semana Mundial de la Lactancia Materna para el año 2012 son:
- Recordar lo que ha sucedido en los últimos 20 años de apoyo a la lactancia materna
- Celebrar los éxitos y logros del movimiento de apoyo a madres lactantes
- Evaluar el estado de aplicación de la Estrategia Mundial para la Alimentación del Lactante y del Niño Pequeño.
- Llamar a la acción para cerrar las brechas en las políticas y programas sobre la lactancia materna / alimentación del lactante y del niño pequeño (ALNP)
- Llamar la atención pública sobre el estado de las políticas y programas sobre la lactancia materna y alimentación del lactante y niño pequeño
- Mostrar el trabajo nacional a nivel mundial
Con la Semana
Mundial se conmemora la Declaración
de Innocenti, formulada por altos cargos de la OMS y el UNICEF en agosto de
1990 con el fin de proteger, promover y respaldar la lactancia materna.
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