El cambio de paradigmas provoca fuertes resistencias. Abandonar viejos esquemas entraña uno de los mayores retos de la evolución y la expansión de la consciencia. Promover espacios reflexivos para cambiar la actitud hacia la infancia no es hablar de métodos, técnicas o tips, es un trabajo profundo de transformación de paradigma y ampliación de consciencia.
Es por eso que hablar sobre las reales necesidades de los niños, desmontar creencias falsas y limitantes respecto a la real naturaleza de la infancia, en un mundo adultocentrista, a menudo resulta como darle con un palo al avispero... Creo que cuando hablamos sobre verdades incómodas es inevitable ser políticamente incorrectos. Digamos que me considero miembro vitalicio del club de los políticamente incorrectos y que lamento si piso callos, porque realmente no es mi intención pisar callos, al menos no mi intención premeditada. Mi intención consciente es hablar por los más pequeños. Que ya los adultos tenemos de sobra recursos, poder, espacios para defender nuestros puntos de vista, nuestros derechos... Que mi invitación permanente consiste en hacer pausas reflexivas para redirigir el foco a interpretar adecuadamente la vivencia infantil, sus puntos de vista, comprender la lógica del niño. Que no disfruto pisando callos, pero sí estoy convencida de que los niños necesitan más adultos que se pongan de su parte. Ellos no pueden tomar la palabra en una conferencia, en redes sociales o salir con carteles a hacer protestas frente a las instancias correspondientes para reclamar su derecho a dormir o escolarizarse sin pasar angustia, a recibir buenos tratos, para que respeten su derecho a ser niños, el derecho inalienable a preservar su ser esencial. Los niños dependen de los adultos para ser validados, amados, cuidados, protegidos, tal y como esperan y necesitan. Entonces mi objetivo es servir a los niños como portavoz. Lo de pisar callos es un efecto colateral.
Siempre hay personas que quieren que les digan lo que esperan escuchar, y también personas que agradecen el cable a tierra. Si eres de las que agradecen el cable a tierra, en mis espacios puedes encontrar oportunidades de transformación.
Siempre hay personas que quieren que les digan lo que esperan escuchar, y también personas que agradecen el cable a tierra. Si eres de las que agradecen el cable a tierra, en mis espacios puedes encontrar oportunidades de transformación.