"...hay que soñar en voz alta, hay que cantar hasta que el canto eche raíces, tronco, ramas, pájaros, astros..." Octavio Paz. El Cántaro Roto.

CRIANZA EN CULTURA DE PAZ

Conocer , comprender y respetar cada etapa evolutiva y necesidades legítimas de los niños y adolescentes. Reconectar con lo mejor de nosotros mismos. Transitar hacia el lindo horizonte de un mundo más humanizado.

martes, 18 de agosto de 2020

Cuando creemos que los cuidamos pero los dañamos


Según la OMS la salud no se define por ausencia de enfermedad. Es un concepto más integral que abarca aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Sin embargo la gestión de la pandemia está centrada en enfrentar una amenaza biológica, provocando daños colaterales en el campo psicológico, social e incluso económico del conjunto de la población mundial.


La vida se caracteriza por impredictibilidad moderada. Pero la impredictibilidad y el miedo crónico juegan en contra de la salud mental, son factores psíquicamente desestructurantes.

Proteger la salud mental infantil implica evitarles la vivencia crónica de miedo y favorecer la alegría como emoción que debe prevalecer para desarrollar resiliencia.

En el manejo del contexto de la emergencia Covid-19 la alegría de vivir es sustituida por la supervivencia biológica. Se despierta constantemente, por un lado el miedo a la sobrevivencia, y por otro la culpa haciéndonos sentir como amenazas biológicas para otros, incluidos nuestros seres queridos o se nos hace ver en otros una amenaza a nuestra sobrevivencia. Los niños desde su percepción infantil viven este miedo y/o culpa con mayor vulnerabilidad al no contar con las defensas psicológicas de un adulto.

De acuerdo a expertos facultados en salud mental infantil, se está transmitiendo a los niños rasgos caracteriales nada inocuos como la compulsión por la limpieza o la asepsia en casa y luego en la escuela. Se está patologizando a la infancia provocando la frustración de necesidades instintivas básicas como el contacto humano, la socialización, los abrazos, la imposibilidad de conectar visualmente con los gestos en las tres cuartas partes de rostros tapados con mascarillas, de movimiento y juego al aire libre, de tomar sol, del contacto con la naturaleza... lo que conlleva a estrés crónico aumentando riesgo de trauma.

Pensando que nos o los cuidamos de un virus, estamos desatendiendo y dañando la salud mental infantil.

Berna Iskandar @conocemimundo
Fuente: Taller Pandemia y olvido del mundo emocional infantil, impartido por Yolanda González

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